«Solo cuando expresamos algo sabemos lo que realmente pensamos» es un “mantra” que los alumnos de nuestro colegio están oyendo de muchas formas, pero al final la clave es aprender a saber transmitir. En esta línea está todo el proyecto estratégico de formación en oratoria y debate en el cual se halla embarcado el Colegio.
Un paso más, en este camino, ha sido la experiencia vivida por los alumnos de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato de participar en la Olimpiada Filosófica de la Comunidad de Madrid; en la cual participa un amplio número de colegios públicos, concertados y privados de nuestra comunidad.
En nuestro caso se ha realizado una primera fase escolar, de la cual los elegidos pasan a representar al colegio dentro de la Comunidad de Madrid. Este año se han presentado un total de 84 centros educativos.
La Olimpiada Filosófica abarca cuatro modalidades:
– Dilema moral: se genera una breve narración a modo de historia, en la cual se plantea una situación posible. En este caso se le presentan al alumnado tres casos a elegir, donde se da una disyuntiva moral. Los alumnos plantean los posibles argumentos que da pie a tomar una decisión u otra, para posteriormente hacer una jerarquía de los valores y principios implicados, finalizando con la exposición de lo que uno haría en ese caso.
– Disertación filosófica: elaboran los alumnos un discurso donde razona su posicionamiento, dejando claro al interlocutor su tesis clave, los fundamentos de la misma y a dónde nos conduce.
– Fotografía: los alumnos deberán hacer una fotografía en la que estará sobreimpresa una pregunta de carácter filosófico y en relación con el tema propuesto. Buscándose una calidad técnica y estética, riqueza simbólica e iconográfica, la relación y coherencia entre la imagen y la pregunta formulada, adecuación y relación con el tema general planteado, originalidad y profundidad de la propuesta, además de la capacidad de la composición para provocar sensaciones, emociones y sugerir reflexiones.
– Vídeo: el cine capta lo real a través de un lenguaje de imágenes, sin imposiciones intelectuales, pero a partir de su propia fuerza expresiva son capaces de generar preguntas, conceptos que nos sitúan en el centro de la reflexión filosófica. A través de esta modalidad se busca una calidad y complejidad técnica, un guion con una precisa y claridad reflexiva, recogiéndose una riqueza conceptual, que no caiga en tópicos visuales y conceptuales.
Nuestro colegio ha participado en la modalidad de Dilema Moral con los alumnos de 4º de la ESO, bajo el título “utopía o revolución”, mientras que los alumnos de 1º de Bachillerato lo han hecho a través de la Disertación Filosófica, teniendo por título “revolución utópica o utopía revolucionaria”.
Hemos de constatar que haber celebrado la fase escolar ha sido gratificante al leer tanto los dilemas como las disertaciones, y que los dos alumnos premiados por aula hayan expuesto su trabajo delante de los compañeros. Tanto la lluvia de ideas, como las sesiones dedicadas a reflexionar en torno a los títulos de este año y la realización de los dilemas/disertaciones ha sido toda una positiva experiencia de aprendizaje.
De los ocho finalistas, tanto de 4º de la ESO como de 1º de Bachillerato, ha sido difícil elegir qué dos alumnos nos representarían por disciplina.
Finalmente, nuestros dos representantes en la modalidad del Dilema Moral han llegado a la fase final, donde quince alumnos de los 84 colegios harán un Dilema Moral in situ, siendo posteriormente evaluado por un tribunal.
Logremos o no el 1º, 2º o 3º premio, no será lo importante. Lo verdaderamente importante ha sido todo el proceso de trabajo del espíritu crítico y seguir fortaleciendo la capacidad de expresar lo que pensamos.
Ramón Legaspi Yrimia
Profesor de Filosofía y Valores Ético-religiosos
