Si se tiene en cuenta que el sistema educativo pretende conseguir la integración y el desarrollo del alumnado, cabe señalar la importancia de la implicación de las familias en el centro escolar, ya que son el principal agente de socialización. La educación es una tarea compartida entre la familia y el colegio y la línea de trabajo debe llevarse a cabo de manera conjunta. Esta relación tiene beneficios a todos los niveles, familia, alumnado y colegio. Los beneficios para las familias hacen referencia al fomento de una actitud positiva, un mayor grado de satisfacción con el profesorado y un mejor entendimiento del ritmo y funcionamiento del centro educativo, esto lleva a facilitar la tarea del profesorado y a su vez a alcanzar mejores resultados en el desarrollo integral del alumnado.
Es necesaria una colaboración entre ambos sectores, familia y centro educativo, para una enseñanza de calidad, puesto que la escuela por sí sola no puede abarcar una educación integral de todo el alumnado. Entre otras labores, la participación de la familia es muy relevante a la hora de adquirir normas, pautas, costumbres, valores…
La relación de las familias con el centro debe hacerse desde la etapa de infantil, sin una adecuada colaboración de las familias no existe una buena adaptación a la escuela, ya que es una etapa en la que predominan los cambios y la coordinación entra padres, madres y centro educativo es fundamental. Al haber una comunicación frecuente con la familia, se adquiere una mayor implicación de esta y un ambiente que favorece al alumnado, del mismo modo que se reducen los problemas de convivencia y las conductas disruptivas, favoreciendo un desarrollo del periodo escolar más sano.
Además de todo esto, es necesario el trabajo educativo con las familias por varios motivos, existe el deseo de los padres y madres, de desempeñar este rol de una manera adecuada y no dejarse guiar por lo aprendido de la familia de origen mediante observación, ya que el tiempo ha pasado, las preocupaciones han cambiado y el estilo de vida en general es distinto, por lo tanto hay que enfrentarse a ello de un modo diferente al que lo hacían nuestros ancestros, y para ello se requiere de una información y una formación específica.
“La educación es un proceso que no termina nunca” Josefina Aldecoa
Departamento de Orientación
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