En los últimos años, dedicamos especial cuidado a prestar atención a las alergias e intolerancias de nuestros alumnos cuya sensibilidad a determinados alimentos ha aumentado considerablemente. Y es que Según los expertos, las alergias e intolerancias han crecido en la última década y pueden llegar a afectar al 8% de la población, sobre todo a los alumnos de primer ciclo de Educación Infantil.
“La proporción y la tendencia del número de alumnos alérgicos ha ido poco a poco en aumento”. Ana Hernández, al frente de la enfermería durante más de quince años, planifica y coordina los menús escolares haciendo seguimiento de los alumnos con dietas específicas y alérgicos del colegio. “Contamos con alumnos alérgicos la lactosa, legumbres, huevo y pescado”.
Día a día
Llega la hora de comer. Desde Educación Infantil hasta 3ºEd.Primaria, los alumnos con una dieta específica se sientan cada día en el mismo lugar situado en las esquinas de las mesas, con una bandeja de color y un icono acorde a su alergia.
“Tanto el equipo de cocina, como los profesores que coordinan el comedor conocen a los alumnos con menú individualizado, quienes se coordinan con enfermería para evitar cualquier incidencia alimenticia”, explica Ana, quien cada día revisa el menú escolar junto al equipo de cocina y muestra los alérgenos en una tabla de iconos para que los estudiantes puedan identificarlos.
A partir de 4º Educación Primaria y ESO, los alumnos con alguna alergia se acercan a la ventanilla para preguntar a Álvaro, su cocinero, qué tipo de comida pueden comer. “Aunque ellos saben lo que pueden comer, siempre preguntan”, confirma Ana. Igualmente, dichos alérgenos están incluidos en el menú escolar mensual revisado y coordinado por enfermería, siguiendo el asesoramiento nutricional y protocolo de la Comunidad de Madrid.
Al identificar una alergia o dieta especial, los tutores o familiares comunican a enfermería el tipo de dieta o alergia, que a su vez es comunicada al equipo de cocina quienes, junto con enfermería y la coordinadora de comedor, realizan un seguimiento de los alumnos y alumnas. “Una vez identificamos una crisis, desde cocina lo remiten a enfermería desde donde valoramos la gravedad de la alergia”, confirma Ana.
“La mayor parte de los días los alumnos pueden comer de todo, incluidos los celíacos, ya que cada vez contamos con alimentos más cuidados, muchos de los cuales no incluyen gluten”, A parte de las alergias, el menú escolar se adapta igualmente al tipo de dieta de cada alumno, entre los que se encuentran celíacos, diabéticos, dietas bajas en colesterol y dietas bajas en sal. Un menú escolar que cuenta con 13 especificidades y que incluye recomendaciones de desayunos, meriendas y cenas. ¿Cómo gestionar cada dieta? “Adaptando el menú escolar a las necesidades específicas de cada alumno, intentando que sea lo más similar posible”, confirma Pablo.
