Tan sólo una hora nos sirve para deducir los beneficios que obtenemos con la práctica del cálculo mental dentro de la jornada escolar.
El Colegio Arcángel Rafael cuenta con un Proyecto Educativo que entiende las matemáticas como una materia divertida. De ello, somos testigos al tener la oportunidad de participar en una sesión de cálculo mental, que se imparte en el centro una vez a la semana desde 4º hasta 6º de Educación Primaria.
No tardamos más de cinco minutos en adentrarnos en la dinámica de la clase. Hoy es el turno de poner en práctica un Kahoot, una aplicación lúdica gracias a la cual los alumnos permanecen involucrados de principio a fin en la actividad planteada. En este caso, a través de la pizarra digital, los alumnos son desafiados a resolver distintas operaciones matemáticas que les hacen poner en juego su capacidad para desarrollar la práctica mental.
La gamificación entra en el aula y observamos alumnos involucrados en los ejercicios, que se convierten para ellos en un reto y, de sorpresa, también para nosotros. Como testigos de lo que está pasando en el aula también nos dejamos llevar y “jugamos” a resolver los problemas que el Kahoot nos pide.
La actividad propuesta, con el juego como protagonista, consigue enganchar a los alumnos desde el primer momento en un ejercicio de superación. La concentración y el silencio en el aula preceden siempre al momento de mayor efusividad que se presenta cuando los resultados correctos aparecen en pantalla y los alumnos comprueban si han conseguido, o no, resolver el problema propuesto.
Esta metodología supone un feedback en tiempo real del progreso de los alumnos y de sus sensaciones en el desarrollo de la clase. Sin duda alguna, el cálculo mental se convierte en una increíble experiencia lúdica que poco a poco, con la práctica, dejará ver tanto a los alumnos como al profesor el progreso en la resolución, con éxito y sin ayuda de papel, de ejercicios matemáticos.
¡Juguemos!